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martes, 15 de marzo de 2011

El Efecto sonrisa..por Maka

Tras años de una incesante búsqueda de la felicidad, ayer me pareció haberla encontrado. Al principio sólo creía que podría ser feliz compartiendo mis secretos con una persona totalmente semejante a mí y totalmente diferente en muchos otros sentidos. Amor, amistad, sinceridad, compromiso, dedicación, conexión, comprensión, reflexión, obsesión, dolor, necesidad… una concatenación de palabras que resumían la forma en que se rellena ese vacío que te envuelve en un aura de soledad. Existen miles de historias a cerca de la mujer perfecta, de una compañera espiritual, pero ninguno es real porque no existe la mujer ideal.
Ayer me vino un hálito de comprensión, un escaño de desvarío, un estado momentáneo de perplejidad, el efecto Eureka del que hablan algunos filósofos.
Sucedió durante un instante casi infinito, en un local muy peculiar dejado de la mano de Dios:
Me encontraba sentado en un sofá de color rojizo, con un vaso de ron compartido, saboreando un calo de un puro divino que me alejaba de cualquier pensamiento banal u obsceno. Un instante perfecto, un espacio perfecto aderezado con las luces de 4 velas al carecer el lugar de cualquier fulgor eléctrico. Un quinto de cerveza en mano alrededor de una mesita de salón, la imagen de los colegas de toda la vida bromeando sobre sexo y depravación; y por fin… un pequeño sorbo de ese magnífico elixir malteado que provocó una mueca de sonrisa en mi cara. Todos los sentidos del cuerpo aparecían en perfecta simbiosis, una iluminación momentánea, una sensación mil veces superior al orgasmo… he aquí el efecto sonrisa, el instante en que te das cuenta de la vanidad de las cosas, de la trivialidad de lo cotidiano, un instante en el que pareces consciente de tu propia felicidad.
Ayer parecía obcecado en que las pequeñas cosas son las que nos dan la vida, pero a pesar de mostrarme escéptico, sigo buscando a esa mujer idealizada, pero no la mujer perfecta que carece de imperfecciones e irregularidades, sino a mi mujer perfecta, fruto del desconcierto, de la conexión y de la eterna dependencia a la que estar sometido. Debo ser un loco por buscar cosas que no existen, o simplemente debo ser un loco por sentirme desolado.

Maka.

2 comentarios:

  1. maka tio enserio dejate ingenieria y vete a periodismo ya¡¡¡¡ jajaja

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  2. Ya sabemos quién le quitó el diccionario a Esclapez. Lo tiene Maka al lado de la máquina de escribir. Borrachera y paja.

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